El pavimento de las paleosalas está afectado por el noventa por ciento de conductos forzados verticales de forma y dimensiones muy variadas (Sala “C” imponente pozo con nivel base).
Este hecho testimonia que el agua sulfúrea subía desde lo profundo por medio de conductos forzados verticales y fracturas que la introducían en las salas donde circulaba sometida sólo a la presión atmosférica.